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¿¡Y tu qué sabes!?

  • Writer: Macarena Chavez
    Macarena Chavez
  • Apr 12, 2020
  • 3 min read

Desde tiempos ancestrales el ser humano ha venido cuestionando en repetidas ocasiones su propio origen. ¿Quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿hacia a donde vamos?, ¿por qué estamos aquí?


Es la física cuántica la que intenta predecir ciertos comportamientos paradójicos o increíbles. Sin embargo, la teoría cuántica solo calcula posibilidades, pero ¿quién será quien escoge?


Cada uno vemos el mundo de diferente manera. Existe un sinnúmero de situaciones que damos por ciertas, lo sean o no. Desafortunadamente, hemos sido condicionados para creer que el mundo exterior es más real que el interior. Sin embargo, soy ferviente creyente de que todo lo que química, física y emocionalmente experimentamos en nuestro interior es lo que provoca lo que nos sucede en nuestro exterior.

Uno de los experimentos que desde un punto de vista muy personal muestra el gran impacto que tienen nuestros pensamientos es cuando se realizó una tomografía de cerebro del participante y al mostrarle ciertas imágenes, por ejemplo, de montañas, ríos, playas, etc., se iluminaron ciertas partes del cerebro. Posteriormente, retiraron dichas imágenes de su vista y se le solicitó al individuo que recreara en su mente dichas imágenes. ¿El resultado?, inexplicablemente al recordar dichas imágenes se iluminaron las mismas partes del cerebro exactamente como cuando le fueron presentadas visualmente. Por tanto, podemos deducir que el cerebro no hace diferencia entre lo que ve en su entorno y lo que piensa. Vivimos en un mundo en el que solo vemos la punta del iceberg.


Otro de los grandes misterios es la dirección del tiempo ¿por qué el ser humano es capaz de recordar el pasado, sin embargo, no podemos tener el mismo tipo de acceso epistemológico al futuro? Lo que hacemos en el presente puede afectar nuestro futuro, sin embargo, no afectará nuestro pasado.

En una sección del documental cuando muestra un experimento de cómo afecta “etiquetar” cuerpos de agua y cómo dichas etiquetas cambiaron la estructura o imagen de la misma, me remontó a la idea principal de el libro “El Secreto” donde se enfatiza la importancia de nuestros pensamientos. Es entonces cuando podemos reflexionar, “Si el pensamiento fue capaz de realizar dicho cambio en el agua, que dicho sea de paso, es el elemento más fuerte, ¿qué hará el pensamiento en el ser humano? El pensamiento puede cambiar el cuerpo por completo. Ahora bien, pensar positivo no significa tener una gran capa de pensamientos positivos, sino intentar reprimir los pensamientos negativos que por naturaleza vienen a nuestra mente. Cuando despertamos cada día en la mañana inconscientemente definimos cómo será nuestro día. Cuando nos autoanalicemos o incluso critiquemos a quienes nos rodean, debemos tomar en consideración que cada decisión que el ser humano toma, estará siempre basada en sus propias experiencias.


Cada segundo de nuestras vidas y en cada experiencia que tenemos, nuestro cerebro está formando conexiones cerebrales, de tal manera que si todos los días te enfadas o frustras, las conexiones neuronales generadas por dicho comportamiento se estarán reforzando y de esta manera se estará generando una relación más duradera con ciertas células nerviosas. Por tal motivo es sumamente difícil para una persona emocionalmente violenta dejarlo de ser, ya que sus conexiones neuronales estarán más en automático.

Para efectos de explicar el proceso que se genera por una emoción podemos mencionar que una emoción es una sustancia química grabada de forma holográfica. El hipotálamo es una mini fábrica donde se reúnen determinadas sustancias químicas que corresponden a algunas emociones. Existen sustancias químicas que se generan para cada emoción, es decir, hay sustancias químicas para el enfado, otras para la tristeza. De tal manera, que cuando éstas se generan al igual que la heroína causan adicciones. Dicho de otra manera, si no podemos controlar nuestro estado emocional significa que nos hemos hecho adictos a él. Las emociones no son malas, el problema es nuestra adicción a ellas. Incluso la heroína utiliza las mismas sustancias químicas que las emociones.

Si estructuramos conscientemente nuestro destino desde un punto de vista espiritual. Nuestros pensamientos afectarán nuestra realidad en la vida. Entonces cuando inicie el día hagamos un pequeño pacto, tomemos este pequeño tiempo para crear nuestra vida. El cerebro puede ser millones de cosas distintas, las personas deben saber lo increíble que son sus mentes. Son nuestros pensamientos los que nos pueden convertir en mejores personas. Sin embargo, tenemos que formular lo que queremos y concentrarnos mucho en ello.

Bibliografía

Scott Altomare (Producción). (2011, noviembre 15). ¿¡Y tu qué sabes!?

(Video file). Obtenido de https://youtu.be/SraVqTbma5o


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